lunes, 4 de junio de 2012

Corrupción a la catalana y por todo lo alto


El fantasma de la corrupción deja a Convergència contra las cuerdas




La vinculación de la formación nacionalista con los escándalos de corrupción es una constante a lo largo de su historia. El último informe de la policía, que acredita que se financió ilegalmente a través del Palacio de la Música, solo es un caso más en la larga lista que acumula el partido liderado por Artur Mas.
Alejandro Tercero



El presidente de la Generalidad, Artur Mas, y el secretario general de CDC, Oriol Pujol, aplauden al ex presidente autonómico y presidente fundador de CDC, Jordi Pujol, durante el pasado congreso de la formación nacionalista (foto: CDC).


 El informe de la Brigada de Blanqueo de Capitales de la Policía Nacional conocido este viernes, que llega a la conclusión de que Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) se financió ilegalmente a través del Palacio de la Música y de la fundación Trias Fargas (ahora CatDem), deja a la formación nacionalista en una difícil posición.
La mayoría de los partidos de la oposición en el Parlamento autonómico de Cataluñaya han exigido explicaciones a Artur Mas, aunque todo apunta a que la estrategia del presidente de la Generalidad pasará por echar balones fuera y esperar a ver si amaina el temporal.
De la actitud de estos partidos dependerá que este caso de presunta corrupción al más alto nivel tenga la atención mediática que, con los datos disponibles, coparía las portadas de los
diarios en cualquier democracia consolidada de nuestro entorno.
El PSC cree que “no se pueden dejar caminos abiertos a las especulaciones”
El secretario de Acción Política del PSC y alcalde de Cornellá, Antonio Balmón, ha señalado que en CDC “están obligados” a dar explicaciones “porque en los momentos duros que vivimos no se pueden dejar caminos abiertos a las especulaciones”.
“Yo confío en la palabra del señor Mas, y por eso hace falta que la vuelva a dar en sede parlamentaria. Si los hechos se confirman, todos tenemos la obligación de saber qué ha pasado porque, si no, se estaría dando un mensaje erróneo a la sociedad”, ha advertido.
“Tal vez quien ha estirado más el brazo que la manga y de forma ilegal es CDC”
El líder de ICV-EUiA, Joan Herrera, ha cargado duramente contra CDC. “En un contexto de crisis y cuando Convergència habla de la cultura del esfuerzo y nos dicen que hemos estirado más el brazo que la manga, tal vez quien ha estirado más el brazo que la manga y de forma ilegal es CDC”, ha declarado.
Herrera ha exhortado a Mas a comparecer en la Cámara autonómica para explicar las acusaciones que aparecen en el informe policial. “El presidente [autonómico] siempre presume de dar la cara, pues que dé la cara“, ha insistido.
Rivera: “Es el caso de corrupción más grave que se conoce en democracia”
Más contundente se ha mostrado el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que ha considerado que las indagaciones de la policía podrían haber destapado “el caso de corrupción más grave que se conoce en democracia”. “No hablamos solo del caso Palacio, del caso Millet, estamos hablando de un informe que destaparía que en Cataluña las empresas concesionarias deben pasar por caja, tienen que ingresar dinero para pagara las campañas de CiU antes de conseguir un contrato de concesión”, ha subrayado.
El diputado autonómico ha pedido “la comparecencia urgente” de Artur Mas, del consejero de Territorio y Sostenibilidad, Lluís Recoder, y del presidente de Abertis, Salvador Alemany, en el Parlamento autonómico. “Tal vez, leyendo este informe,sabremos por qué en Cataluña se han prorrogado los peajes y tenemos autopistas que se han pagado 40 veces y seguimos pagando”, se ha preguntado.
Pujol: “CDC estaba en la oposición”
Por parte de ERC, su secretaria general, Marta Rovira, ha sido algo menos categórica. “Reclamamos a todos los partidos consenso y firmeza en la honestidad, y transparencia en las políticas públicas y dentro de los partidos”, se ha limitado a señalar en una rueda de prensa. Sorprendentemente, el PP ha evitado posicionarse sobre el informe.
El secretario general de CDC, Oriol Pujol, se ha defendido asegurando que “el planteamiento que hace CDC desde el año 2001 es inequívoco explicando todas las cuentas al Tribunal de Cuentas” y que “el informe policial, curiosamente, pasa por alto que en todos estos años sobre los que hace estas suposiciones CDC estaba en la oposición”.
Una historia vinculada a la corrupción
La vinculación de la formación nacionalista con los escándalos de corrupción no es nueva. De hecho, es algo que prácticamente discurre en paralelo y de forma recurrente a lo largo de la corta historia de CDC.
El caso Banca Catalana fue uno de los primeros asuntos que salpicaron a la cúpula del partido. En 1984, la Fiscalía se querelló contra el máximo responsable del partido y de la Generalidad, Jordi Pujol, por su implicación en la gestión de la entidad -de la que era cofundador- que supuso su intervención por parte del Banco de España. Entre otras irregularidades, se le acusó de haberse repartido 516 millones de pesetas de la entidad bancaria unos años antes cuando el banco presentaba fuertes pérdidas. Tras fuertes presiones políticas, en 1986 la Audiencia de Barcelona eximió a Pujol de toda responsabilidad y posteriormente archivó el caso, que el entonces presidente autonómico atribuyó a una “inmensa mala jugada” del PSOE.
En 1989, el ex director financiero de Casinos de Cataluña -entidad que monopolizaba el juego en la Comunidad- denunció el pago de 3.000 millones de pesetas a empresas vinculadas a CDC. Sin embargo, tras una discutida investigación, el casofue sorprendentemente archivado.
Innumerables consejeros implicados
En 1994, el ex consejero de Economía y Finanzas de la Generalidad (1982-1983) y ex director general del Instituto Catalán de Finanzas (1990-1992) Jordi Planasdemunt fue condenado a siete años de prisión por su implicación en un fraude de 6.000 millones de pesetas mediante pagarés falsos.
Ese mismo año, el consejero de Política Territorial de la Generalidad, Josep Maria Cullell, cofundador de CDC, tuvo que dimitir tras verse implicado en un supuesto caso de tráfico de influencias en favor de un negocio inmobiliario de su cuñado. Actualmente es consejero nacional del partido.
En 1995, Jaume Roma dimitió como consejero de Política Territorial y Obras Públicas tras ser inculpado en un caso de corrupción relacionado con unas adjudicaciones de obras.
De esa misma época es también el caso Pallerols, que todavía se arrastra en los juzgados. Al ex dirigente de Unió Democràtica de Calunya -formación coaligada a CDC- Fidel Pallerols se le acusa de haber recibido 9 millones de euros en subvenciones del departamento de Trabajo y del Fondo Social Europeo entre 1994 y 1999 para cursos de formación, de los que presuntamente desvió 600.000 euros a la formación democristiana para su financiación. Este escándalo acarreó la dimisión del entonces consejero de Trabajo, Ignasi Farreres (UDC).
Relaciones íntimas con jueces y empresarios corruptos
El desfalco de la empresa Grand Tibidabo, llevado a cabo por Javier de la Rosa en los años 90, también salpicó a Lluís Prenafeta, ex secretario general de la Presidencia autonómica durante la primera etapa de Jordi Pujol al frente de la Generalidad y actualmente imputado en el caso Pretoria.
Una de los episodios más oscuros de la formación nacionalista es la íntima relación de Jordi Pujol con el ex juez Lluís Pasqual Estevill, nombrado vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en 1994 a propuesta de CiU. Poco después fue condenado a nueve años de cárcel por haber extorsionado durante años a numerosos empresarios junto a Joan Piqué Vidal, que fue condenado a siete años de cárcel. Piqué Vidal fue el abogado que defendió a Pujol en el caso Banca Catalana. El ex consejero de Economía y Finanzas y mano derecha de Pujol, Macià Alavedra, actualmente implicado en el caso Pretoria, también estuvo relacionado con este caso.
La acusación del 3% no se investigó
La sospecha de que el cobro de comisiones ilegales por parte de CDC durante su etapa al frente de la Generalidad era algo habitual, y cobró fuerza durante un pleno celebrado en el Parlamento autonómico de Cataluña en febrero de 2005. Fue entonces cuando Pasqual Maragall (PSC), a la sazón presidente autonómico, pronunció su famosa frase: “Ustedes tienen un problema, y este problema se llama 3%”. Nunca se investigó aquella acusación.