viernes, 8 de junio de 2012

Si Cataluña se separara, quedaría automáticamente fuera de la UE


La UE rechaza modificar el Tratado de la Unión para facilitar la admisión de una hipotética Cataluña independiente

Entidades nacionalistas pretendían cambiar la legislación vigente para que una supuesta secesión de Cataluña supusiese su ingreso automático en la Unión Europea. La propuesta no ha superado el primer trámite.
Alejandro Tercero-Barcelona
Captura de la web puesta en marcha por los promotores de la Iniciativa Ciudadana Europea de Ampliación Interna de la UE.
La Comisión Europea ha rechazado la Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) presentada el pasado mes de abril por Reagrupament que tenía por objetivo ‘garantizar la continuidad de la ciudadanía europea para los ciudadanos de un nuevo Estado surgido por un proceso de secesión de una región de un Estado miembro de la Unión Europea‘.
La formación liderada por el ex consejero de Gobernación de la Generalidad durante el primer tripartito (2003-2006) y ex alcalde de Puigcerdá (Gerona) entre 1995 y 2003 con ERC, Joan Carretero, pretendía que, ante una hipotética secesión de Cataluña, esta pasase automáticamente a formar parte de la UE y evitar así el posible veto de España o de cualquier otro país a su ingreso. La iniciativa, además, contaba con el apoyo de Òmnium Cultural y del Cercle Català de Negocis.


Los ciudadanos del hipotético nuevo Estado no serían ciudadanos de la UE
La Comisión Europea ha denegado el registro de la ICE porque ‘está manifiestamentefuera del ámbito de competencias de la Comisión para presentar una propuesta relativa a un acto jurídico para los fines de aplicación de los Tratados’.
El comunicado, firmado por la secretaria general de la Comisión Europea, Catherine Day, señala que, ‘de acuerdo con el artículo 20 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE), solo las personas que tengan nacionalidad de un Estado miembro son ciudadanos de la UE‘, y advierte de que ‘la ciudadanía de la UE es complementaria, pero no sustitutiva, de la ciudadanía nacional’. Lo que significa que los ciudadanos de un nuevo Estado que, como tal, no haya sido admitido en la UE -como sería el caso de una Cataluña independiente- no tendrían la ciudadanía de la UE.