martes, 25 de septiembre de 2012

El conseller Rafael Bosch negó el amparo a Sonia


Inmersión lingüística

Educación dice que el catalán es la lengua propia de Baleares e insta a Sonia a estudiarla

  • Respaldó al colegio en una carta y desoyó la denuncia de la madre en junio
  • Tres meses después dice que estudiará 'ahora' el caso de los gemelos de Inca
La Conselleria de Educación del Govern balear conocía el caso de Sonia P. y, aun así, respaldó al colegio público Ponent de Inca cuando éste le negó que pudiera elegir el castellano como lengua vehicular de sus hijos. En una carta remitida a la madre de los gemelos le indicó que confiaba "en los criterios pedagógicos del centro" para que gestionara la aplicación de la libre elección en las aulas y aprovechó la misiva para recomendarle que aprendiese catalán.
La carta defendió que el colegio era el "único contexto" donde el alumno podría aprender la "lengua propia de la Comunidad Autónoma [en referencia al catalán]" y dio por hecho que la mayoría del alumnado del CEIP Ponent usaba una lengua familiar que no era el catalán.
Quien suscribió estos argumentos fue el director general de Ordenación, Innovación y Formación Profesional, Onofre Ferrer, que finalizó la carta poniendo "a disposición" de la madre el Servicio de Enseñanza del Catalán para instarle sutilmente a estudiar esta lengua.
Sonia P. había remitido un mes y medio antes –el 24 de mayo– una carta a la Conselleria pidiendo que sus hijos estudiaran en castellano el curso 2012-2013 y que no se le pusieran trabas. El director del colegio contestó que no existía ninguna normativa que contemplase este derecho. Posteriormente rectificó alegando desinformación por parte de la Conselleria.
A pesar de la evidencia, Onofre Ferrer justificó el error del colegio argumentando que la madre se precipitó al pedirlo porque aún no se había publicado en el Boletín Oficial de les Illes Balears (BOIB). La realidad es que la contestación del director estaba fechada el 4 de junio, cuatro días después de que la resolución apareciera en el BOIB el 31 de mayo.
"Todas las decisiones que toma el centro tienen la finalidad de conseguir el éxito educativo y siempre son consecuencia de la reflexión del equipo docente", finalizó el escrito respaldando nuevamente al colegio.
Tras la publicación de la denuncia de la madre ayer en EL MUNDO/ El Día de Baleares, el conseller de Educación, Rafael Bosch, reconoció que la queja de Sonia dormía en la Conselleria desde el mes de
junio y que "ahora" estudiarían su caso.
La solución para Sonia llega tres meses más tarde y ahora Bosch se ha comprometido a derivar a los niños a programas de apoyo a alumnos con dificultades lectoescritoras, si fuera necesario.
En declaraciones a este medio, Bosch arremetió ayer contra la madre asegurando que lo que pedía en la reclamación a la Conselleria era que el colegio Ponent de Inca cambiase la lengua vehicular catalana por la castellana y que su queja "nada tenía que ver" con lo que publicó ayer este rotativo.
Lo cierto es que Sonia solicitó por escrito que la lengua vehicular de enseñanza de sus hijos fuera el castellano, que no se le pusieran trabas a la hora de elegir en qué lengua debían expresarse los alumnos y que no se restringiera la lengua del material didáctico.
El conseller negó también que el centro le hubiera denegado su derecho a la libre elección de lengua a pesar de que EL MUNDO recogió ayer la negativa del colegio firmada por el director, Nicolás López. Bosch fue más allá al justificar que los centros se acojan al decreto del 97 y la orden de 2004 para seguir imponiendo el catalán en las aulas porque "no había otra norma".
"Y hasta que no saquemos un nuevo decreto, lo que rigen son estas leyes", añadió. La historia de los gemelos de Inca recuerda a la del niño ibicenco Olav Boned, a quien se le impidió examinarse en castellano a pesar de que los médicos lo recomendasen por su dislexia y al ser ésta su lengua materna. "En aquel caso, la Conselleria de Educación estaba gobernada por el PSOE, ahora es responsabilidad del PP; pero la realidad es que no hay cambio de color político y la educación sigue estando en manos de la minoría nacionalista", declaró la Fundación Círculo Balear (FNCB).
EL MUNDO