jueves, 29 de noviembre de 2012

Els altres catalans, por Santiago González


Maralhino capturó esta fotografía que viene a poner de manifiesto la desconfianza racista  de los Pujol hace unos años. Marta Ferrusola, esposa de Jordi Pujol, criticó el 20 de febrero de 2001 a los inmigrantes que viven en Catalunya, a los que acusó de intentar “imponer constantemente” sus costumbres y su religión.  ”Las ayudas son para una gente que no sabe ni lo que es Catalunya”.
“Esto de las imposiciones es una cosa muy fuerte, porque a lo mejor dentro de 10 años las iglesias románicas no servirán y servirán las mezquitas”, opinó Ferrusola, que insistió en calificar de “muy difícil” la última ola migratoria. Aseguró que es preciso integrar a los inmigrantes “de arriba a abajo”.
“Estos inmigrantes han ido a parar a un país, y saben decir ‘Buenos días, buenas tardes, dame de comer’ , y poco más”, observó. “Después, hablan medio en su lengua, medio en castellano. Siento decirlo pero es así”, agregó. Propuso que el aprendizaje del catalán sea el primer paso para integrar a los recién llegados: “El que se quede en Catalunya que hable catalán, porque el castellano sí que lo hablan”.
Una de las asistentas a la charla criticó la falta de ayudas de la Generalitat a las familias de inmigrantes, a lo que Ferrusola respondió: “Quien sale beneficiado de estas pequeñas ayudas son estos inmigrantes que han llegado, porque se dan a la gente que no tiene absolutamente nada”. Y opinó: “Aunque parezca un contrasentido, gracias a Dios nuestra gente se gana mejor la vida. Pasa lo mismo con los pisos protegidos. Se los entregan a gente inmigrada que hace equis tiempo que está aquí. Mi marido está cansado de dárselos a marroquís (sic) y magrebís (otro sic)”.
En la misma línea se expresaron su marido, entonces presidente de la Generalitat y el líder de ERC, Heribert Barrera. ¡Qué desconfiados!