miércoles, 9 de enero de 2013

Cortadillo y Rinconet, blog de Santiago González


Mas y Duran
Me van a perdonar la tonta vanidad de la autocita, pero la única explicación para explicar lo de Cataluña estaba en el párrafo final de una columna que escribí para El Mundo la semana anterior a las elecciones autonómicas catalanas cuyo párrafo final decía:
Cierto que el juramento de Scarlett O’Hara se ha banalizado mucho, pero es un signo de los tiempos, hemos perdido el sentido de la épica. Conste que yo también les presumo la inocencia en grado de borrador, pero tal vez radique aquí la explicación última del soberanismo tan furiosamente sobrevenido: ellos ya saben que la independencia sacaría a Cataluña de la Unión Europea, pero también del ámbito de la Justicia española. Antaño, los delincuentes (presuntos, ojo) podían acogerse a sagrado en las iglesias. Una Cataluña independiente sería un Montserrat más grande. (EM, 19 de noviembre 2012).
El juramento de la heroína de ‘Lo que el viento de llevó’, ya saben: “A Dios pongo por
testigo de que jamás volveré a pasar hambre” adopta en Cataluña hechuras posmodernas. Quizá exprese de manera más fiel el compromiso político y social del socialismo andaluz, pero los miembros y miembras de la casta gobernante en Cataluña jamás han pasado hambre de pequeños.
De ahí que sus juramentos adopten formulaciones menos dramáticas. Era el solemne compromiso de Mas, que al notario puso por testigo de que jamás volvería a pactar con el PP. Era también el firmísimo compromiso de Josep Antoni Duran i Lleida ante los micrófonos de la SER de dimitir si se probaba que Unió había recibido un solo euro del caso Pallerols. Uno solo no, estaba acompañado por otros 388.482 compañeros, que UDC aceptó devolver en plan pelillos a la mar, lo trincado devuelto y nos evitamos el enojoso trámite del juicio.
El asunto no tenía precedentes. Ningún partido había reconocido la comisión de un delito de financiación ilegal hasta ahora, pero no tendrá consecuencias. Duran no dimitirá, no ya  como portavoz de su Grupo en el Congreso. También continuará como presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, sin que a él mismo ni al resto de los grupos de la Cámara les parezca una vergüenza o sientan al menos un poquito de alipori, un sofocón, un algo.
Recordarán que al plantearse el caso más extraordinario de corrupción en los anales de la prensa española, el de las 126 portadas, se comentó la posibilidad de que Camps reconociera del cohecho impropio de los trajes y pagar una multa. El problema era que el reconocimiento del asunto inhabilitaría a su autor para los restos. Ahora no. Camps era valenciano, que es vecino de lo catalán pero no es lo mismo.
Tal vez la Fiscalía y el Gobierno hayan querido demostrar a este dúo de milicia que la Justicia española también puede ser un Montserrat muy espacioso. Quizá sea un mensaje más específico para Duran, a quien ya le indultaron a tres dirigentes de su partido condenados por el caso Treball. Hoy por ti, mañana por mí, le libramos de este marrón y tú nos ayudas a embarrancar el proyecto de Mas. Se ignora si al señor de la derecha de la foto le han prometido desembargarle la sede de CDC en Barcelona.
Vean la foto e imaginen que los dos gesticulantes están gritando su lema de campaña: “Espanya ens roba!” Estamos tocando el fondo.