viernes, 11 de enero de 2013

¿Yo? ¿Por qué? (blog Santiago González)


Duran no dimite
Pie de foto.-¿Dimitir yo? Móntate aquí y verás París.
Apunta mi querido Carlos Herrera en su columna de ABC la posibilidad de que tal vea sea de interés para la democracia española  salvar al soldado Duran. Me abstendré de llevarle la contraria, más que nada por carecer de datos para opinar sobre un futurible, como la posible efectividad de Josep Antoni Duran i Lleida junto a sus 13 parlamentarios de Unió para frenar la estupidez puesta en marcha por Artur Mas y su soporte parlamentario/jefe de su desleal oposición, Oriol Junqueras, que es su amante/bandido, su amante y su verdugo, todo en una pieza (grande). Es verdad que toda esperanza depositada en aquellos 40 diputados de Alfonso Guerra en el Congreso para cortar en seco aquel Estatut que está en los inicios de todo esto. A la hora de la verdad no hubo ni uno, y hay entre los 40 algunas personas que aprecio y respeto. Lo que pasa es que el pesebre tira más que dos carretas, qué quieren que les diga.
Alguna vez he comparado a Mas con Companys, pero la fantasmal declaración del Estat Català y sus diez horas de vida por éste fue una epopeya al lado de este ridículo asunto que encabeza Mas. El problema es que estamos ante el primer caso en que un partido “asume la responsabilidad” y pacta con el fiscal para restituir el monto del latrocinio ¿con intereses? Pero, ¿qué quiere decir “asumo la responsabilidad”? Nada, que la vida sigue. Vean: Duran Lleida+”no pienso dimitir”.
¿Es mejor tenerle dentro o fuera? Se pregunta el gran Herrera y l frase y la reflexión que lleva dentro es deudora de dos frases célebres: la que se atribuye a Robert Mac Namara cuando Johnson le preguntó qué hacer con Edgar Hoover: “Es mejor tener al indio dentro de la tienda , meando para fuera, que tenerlo fuera meando para dentro”. Por otra parte podría ser una recreación libre del juicio que el dictador Somoza merecía a Franklin D. Roosevelt: “Puede que Somoza sea un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”. Mutatis mutandis, quiero decir.
Duran va a ser sacrificado por sus socios en el altar del soberanismo, lo está siendo ya. Junqueras se ha apuntado el primero a pedir su dimisión y considero muy probable que para cuando llegue a plantearse la posible disidencia de Unió, los 13 de Pizarro se quedarán a este lado de la raya. La disolución del Parlament supondría el final de su sueldo, sus prebendas y de la posibilidad de salir elegidos en las elecciones adelantadas, incluso de ir en las listas.
Lo que más me interesa de Josep Antoni Duran i Lleida es  su condición de español antológico, emblemático podríamos decir , al ser durante años el portavoz más apreciado por los españoles en las encuestas del CIS. Ahora sabemos por qué y no estamos ante una novedad. En 1993, la cadena Tele-5 convocó un concurso de popularidad entre su audiencia. ‘Queridísimos 93′ se llamaba el asunto. Hubo un programa especial para la entrega de premios el 28 de diciembre, fiesta de los Inocentes.
No pudieron ir todos. El Queridísimo 93 en el apartado de Economía era Mario Conde y aquel mismo día, el Banco de España había intervenido Banesto, la entidad financiera que presidía. El queridísimo en Política había sido Jesús Gil y Gil, un hombre que hacía apología de la corrupción. Recuerdo que muy poco después de haber sido elegido alcalde Marbella fue entrevistado en Cambio 16. Y allí dijo: “¿Qué las normas urbanísticas no permiten construir más de ocho alturas? Y le digo al constructor: “Tú construye 12; dos para ti y dos para el Ayuntamiento”. Y no pasó nada.
Hay otra frase de otro Roosevelt, Theodore, que el presidente del Gobierno debería considerar sobre la conveniencia de hablar suavemente pero tener un buen garrote. Metafóricamente hablando. Vale decir la ley y su capacidad coactiva. Un Estado que desista de restaurar la legalidad conculcada ha dejado de serlo.