domingo, 29 de septiembre de 2013

Impresiones en un día histórico, por Román Piña Valls


Hoy será un día histórico porque tendrá lugar esta tarde, no lo dudo, la manifestación más multitudinaria de nuestra historia. Que así sea ha sido calificado por alguien del PP, el partido que saldrá morado de este evento, de "un éxito rotundo". ¿Alcanzar un récord siempre es un éxito? No. Todo es reversible. Un éxito de concurrencia puede ser un triunfo de la mediocridad. Lady Gaga pone a hacer cola a miles de personas, que encima pagan, para escuchar su música basura. He aquí un ejemplo claro de que la basura puede tener rotundos éxitos. 
Ya estamos insultando. La marea verde es un basura. Esperen, paso a paso. 
¿Qué hago yo opinando contra la huelga y la marea verde? ¿Qué me ha de importar a mí el hostión que le van a dar al gobierno balear esta tarde? Ni yo he diseñado el TIL, ni he votado a Bauzá. Incluso critiqué el TIL hace meses, en una columna titulada "In my shoes". Yo era anti TIL. Era.
Me meto en este berenjenal por digerir de nuevo mi perplejidad. Si en el post anterior expresé que la huelga era demasiada bronca por algo tan dudosamente nocivo como el TIL, lo mismo o más pienso de esta manifestación histórica.
¿Para qué va a hacer Mallorca historia echándose hoy a la calle? Se me ocurren algunos objetivos que merecerían esta energía:
-La salvación de la sobrasada artesana.
-La declaración de Baleares como tierra libre de plásticos y otros materiales no reciclables.
-El traslado de la capilla de Barceló al fondo de la bahía de Palma.
-La extinción de UM. Uy, perdón, que eso ya lo conseguimos solitos los de El Mundo y los jueces.
Pero el gran récord se va a producir por...tatachán: ¡¡una enseñanza pública de calidad!! ¿Cómo? ¿Perdón? Es decir, una impresionante cantidad de gente, más de 10.000 personas, quizá 50.000, creen que hay que parar los pies al gobierno de Bauzá porque su intención es cargarse la enseñanza pública, o su calidad, con su plan de trilingüismo.
 Alucinante. Veo a amigos que se apuntan a la manifestación "porque le quieren quitar la educación pública a mi hija". O porque "quieren ponernos a todos los profesores a hablar inglés corriendo". Dos
razones del todo falsas. ¿Cómo pueden habérselas creído? ¿Cómo puede ser que la gente asuma eslóganes tan burdos y carentes de toda base?
Yo era anti TIL hasta que he visto cómo la manía de unos pocos a las medidas del PP, conseguía orquestar un gran linchamiento. La marea verde contiene otros puntos de lucha además del TIL, y entre todos es fácil congregar a una gran masa. Si una gran mayoría de la clase docente puede abofetear al gobierno gracias al TIL para vengarse de la bajada de sueldo, de la pérdida de la paga extraordinaria, del incremento de horas lectivas, del castigo económico por enfermar, por la dureza de las ratios de alumno/aula, etc., es fácil que lo haga. Y es fácil que la sociedad se convenza de que la huelga y las concentraciones están justificadas, son para salvar la educación de calidad. ¿Cómo van a engañarnos los maestros y profesores de nuestros hijos? Éstos han conseguido muy fácilmente vender su discurso a padres y a toda la gente predispuesta a derrumbar al gobierno. Salvar "la educación de calidad". Apunten a la movida a los partidos de la oposición, frotándose las manos y animando a todas sus bases a creerse el cuento del lobo y a aprovechar ese linchamiento del que hablaba, servido en bandeja.
 El caso es que me cuesta aceptar que tanta gente sea tan manipulable, tan acrítica, tan prejuiciosa. Por anti PP que sea uno, me cuesta creer que se apunte a agitar la bandera verde perfectamente convencido de que el TIL supondrá un deterioro de la enseñanza. Hacer historia por ese convencimiento. Pues en la marea hay funcionarios de educación indignados por los recortes (que quizá soportarían más estoicamente si los hubiese seguido aplicando el trío Merkel-Zapatero-Antich); están quienes no toleran ni empezar a hablar de una presencia del español en la enseñanza más allá de las horas de la asignatura de castellano, o sea, los que no quieren el TIL de ninguna manera; están quienes no dicen que no al TIL, pero más despacio, con consenso, con el ok de los profesionales; y está la Asamblea de Docentes, que lleva la voz cantante, que siendo de tan poco fiar decide la marcha de la marea, y que sostiene en sus panfletos barbaridades destinadas a enardecer a la gente de bien, aborregada.
 Sí, es de poco fiar una Asamblea que esgrime contra el gobierno argumentos que, si rascamos, se deshacen.
Por ejemplo: ¡¡1000 profesores menos!!!!  Caldentey dijo el otro día en IB3 que eran unos 900. Empezamos a mentir de 100 en 100.
Por ejemplo: "El gobierno no tiene dinero para educación pero sí 400.000 euros para colegios del Opus, que encima separan por sexo".
Perdonen, dogmáticos miembros de la Asamblea. Esos colegios reciben concierto en 5 aulas de las muchísimas que tiene. La cifra ronda los 350.000 euros. ¿Qué pasa con los muchos colegios concertados de Baleares, que reciben subvención para TODAS sus aulas? Si es verdad que un niño de la concertada cuesta 4000 euros menos a la administración que un niño de la pública, ¿con qué cara os quedáis? Si esa separación por sexos es una elección de los padres, ¿qué tenéis que decir? ¿Que son malos padres, que están equivocados, que hay que defender a esos niños de sus padres?
Si un niño en la concertada cuesta 4000 euros menos y sus padres lo quieren, me da igual que sea un colegio del Opus que uno de amish, de jesuitas o de testigos de Jehová, incluso de una secta fans de Marilyn Manson.
El caso es que lo han conseguido. Mucha gente, incluso votante del PP, incluso militante del PP, se lo ha tragado. Se han tragado que TIL es un ataque al catalán, que no funcionará, que empeorará la educación, o en el mejor de los casos que, sin recursos, no se puede aplicar. Una parte de la marea entraría a debatir cómo aplicar un trilingüismo sensato, con las herramientas adecuadas. Pero ni los gurús de la marea están en esa vía, ni hay en el profesorado una mínima capacidad de autocrítica, de independencia, de apuesta por el esfuerzo extra, de objetividad en la mirada, para poner sobre la mesa cómo dar con un modelo educativo mejor. Quizá no para quedar en mejor lugar en el próximo informe PISA, sino para que al menos, ante nosotros mismos, podamos sentir la paz de saber que lo hemos intentado. Atención, hablamos de un esfuerzo, de una apuesta que los colegios privados sí encaran, por la cuenta que les trae. La ingenuidad de Camps ha sido creer que los funcionarios están dispuestos a vivir en la realidad, a salir de su apoltronamiento. Y es que no creen, de momento, que les vaya a faltar la clientela, o porque confían que la clientela se conforme con lo que se les da, ya que es gratis.
No me interesa criticar los errores de la conselleria, que son obvios. No son un récord.
Es esta tarde histórica lo que me impresiona tanto. Porque veo el éxito rotundo de la manipulación, la comodidad y la mediocridad. Me impresiona la ingenuidad de tanta gente, que ni siquiera parece acordarse de que han desaparecido del paisaje verde sus más valientes impulsores, o al menos sus banderas estrelladas. Que, aunque escondidas, siguen allá.
Una última cuestión. La camiseta de "Crida", lo que ha tenido tanto éxito y ha conseguido seducir a tanto colega, desde a Llach hasta al Gran Wyoming, reza "por una eseñanza pública de calidad". Vale, cualquiera comulga con este enunciado. ¿Pero cómo sigue la cosa? ¿Cómo la tendremos? ¿No tocando nada, porque ya es de calidad? ¿Basta recuperar los recursos perdidos por los recortes? ¿Seguro que 50.000 personas en la calle tumbando el TIL es un paso correcto hacia esa enseñanza de calidad? 
Ojalá no se arrepienta dentro de 10 años, ninguno de los salvadores de esta enseñanza de calidad, de haberse vestido de verde hoy.